The Shining —o El resplandor— es la tercera novela de Stephen King, la primera publicada en tapa dura, lo que se consideraba —aún se hace en ocasiones, como si forma y fondo estuvieran siempre interrelacionados—un acceso directo al podio de los maestros del terror. Era el año 1977. Su traducción al español arrastró consigo el título de «Insólito esplendor» y, en su desarrollo, la habilidad premonitoria de Danny, el joven niño de cinco años, tenía, de hecho, el nombre de esplendor.
En 1980 llegó la adaptación cinematográfica de Stanley Kubrick que ayudó a catapultar esta historia de fantasmas y hoteles poseídos. Adaptación no exenta de polémica, ya que a Kubrick la cuestión fantasmal no le interesaba demasiado, cambió en cierto modo el enfoque y ello desembocó en unas más que tirantes relaciones entre él y King, siendo «tirantes» un término que raya en lo eufemístico (y que aún menciona el escritor cada vez que tiene ocasión, como en este artículo). En castellano, la película se tituló «El resplandor». De ahí, que en sucesivas reimpresiones de la novela se optara por cambiarle el título a El resplandor, para aprovechar el tirón de la película, de mismo modo que, en ocasiones, se cambia la portada y se sustituye por algún fotograma o foto montaje del metraje.

Sin embargo, el interior del libro se mantuvo sin ningún cambio, a resultas de lo cual el título ya no guardaba relación (siempre en castellano) con el fenómeno descrito en su interior. Un error de edición que debería ser resuelto (tampoco estaría de más revisar las traducciones de este autor en general, que al calor del Best Seller tal vez no han sido lo precisas que cabría esperar, por no hablar de las ediciones de bolsillo que prácticamente se desarman a la primera lectura).
Al margen de anécdotas, El resplandor ha sido mi elección para ir completando, año tras año, mi revisión de la obra del autor. Un libro que ha tardado mucho en aparecer y que suele aparecer en lo más alto de las clasificaciones populares de sus novelas.
En la historia nos encontramos con una familia: Jack, profesor universitario que debido a sus problemas con el alcohol y de control de la ira es despedido y se encuentra en una situación apurada; su mujer Wendy, ama de casa de carácter tímido, preocupado y retraído; y el hijo de ambos, Danny, de cinco años, que muestra una extraña agudeza mental y capacidad de comprensión de los adultos, al punto que a veces parece saber cosas que nadie ha expuesto en voz alta. Gracias a un contacto, Jack consigue trabajo como cuidador de un viejo hotel en la montaña durante el invierno, época durante el que permanece cerrado al quedar aislado por la nieve y a merced del tiempo. Allí espera acabar una obra de teatro que había empezado tiempo atrás y se lleva a su familia con él.
Sin ir más allá en el argumento (a estas alturas poca gente habrá que no lo conozca), Stephen King se hace con la más que arquetípica historia del edificio encantado o poblado por fantasmas y la lleva a unas cotas más altas, dándole una vuelta e introduciendo temas que son frecuentes en su literatura.
Para empezar, es recurrente el tema de la adicción, en este caso al alcohol del padre de familia. King nunca ha ocultado su propia adicción a diversas sustancias, en especial tras su atropello, y a lo largo de toda la novela refleja la eterna lucha del ex adicto que jamás se supera, que siempre está atenta tras cualquier esquina esperando un momento de debilidad, un bajón emocional para hacer acto de presencia y llevar a la recaída. Así, Jack se mueve entre el rechazo a su yo-adicto y el deseo, pero también siente una autocompasión y un odio hacia quienes no le dejan olvidar su pasado (un reflejo de su odio hacia si mismo). Es a la fin un torrente de emociones que se superponen, se confunden, y que el Hotel (con mayúscula, como un actor más con entidad propia) aprovecha en su beneficio.
También está muy presente el concepto de familia y las relaciones entre sus miembros. Es, eso sí, una familia aparentemente de corte antiguo, en la que la mujer está relegada a un papel pasivo de mirar por sus seres queridos mientras que el hombre es quien mantiene a la familia, la sustenta y toma las decisiones. Sin embargo, a medida que la trama avanza, esta situación se invierte: Wendy pasa a ser la fuerza de cohesión del núcleo familiar, es quien tiene la visión más clara de conjunto de lo que está sucediendo y quien trata, en primer término de que todos salgan adelante. Por su parte, Danny es la figura más interesante, porque actúa a modo de espejo del resto de personajes, les muestra aquello que no quieren admitir, aquello que no quieren saber sobre sí mismos y que entierran en lo más profundo de su consciencia.
Así, todo se oculta bajo una mirada de terror (muy acentuada respecto a la versión cinematográfica) en la que el Hotel absorbe y magnifica todas las emociones para arrastrarlas a su terreno. King nos ofrece de nuevo una narrativa muy ágil y descriptiva que, si peca de algo, es de que la novela me ha parecido larga en exceso, con un planteamiento inicial que se alarga innecesariamente y que sólo encuentra el ritmo preciso a partir de la segunda mitad de la novela. Tampoco me ha entusiasmado el personaje de Dick Hallorann, el cocinero del hotel que, también dotado con el esplendor pero en menor medida que Danny, parece introducido un poco a la fuerza para que el lector comprenda gracias a él qué está sucediendo con el niño.
El resplandor, inspirada por La muerte roja de Edgar Allan Poe, relato que se menciona en repetidas ocasiones a lo largo de la novela, es una historia que oculta mucho más que unas páginas destinadas a causar el desasosiego del lector y que merece, en mi opinión, una edición más cuidada.
- Título: El resplandor
- Autor: Stephen King (traducción de Marta Isabel Gustavino Castro)
- Editorial: DeBolsillo (podéis leer más información sobre el libro aquí)
- 688 páginas. 10,95 Euros (formato papel); 6,99 (formato digital)
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¿Qué libros habéis leído de Stephen King? ¿Cuál os ha gustado más? ¿Preferís la versión cinematográfica de El resplandor o la novela? Tenéis los comentarios a vuestra disposición.
Otros libros del autor en el blog:
2 comentarios en “El Resplandor o el Insólito esplendor de Stephen King”
No es un autor que conozca bien, pero tú reseña de El resplandor hace apetecible leerlo. Me lo apunto.Recuerdo alguna que era tan larga que la dejé sin terminar.
Si me animo ya te contaré.
El resplandor tiene unas 650 páginas. No es precisamente corto (si tienes curiosidad, tiene algunos relatos cortos estupendos) pero, como siempre, es un escritor muy «llevable», que se lee a gusto. Yo no incluiría esta novela entre mis favoritas, me ha parecido muy lenta, sobre todo al principio, pero tiene algunos puntos fuertes.