Miseria

Dolores Reyes (1978, Buenos Aires) consiguió en 2029 uno de esos hitos extraños que hacen soñar a miles de personas con la profesión de la escritura. Ese año fue cuando publicó su primera novela, Cometierra, historia que cosechó un enorme éxito, además de ser traducida a doce idiomas y ser aclamada como uno de los mejores libros del año. Siempre queda la duda en estos casos de si se tratará de un One Hit Wonder o si tendrá continuidad en obras posteriores. 

Cometierra es una historia que nos llegó a través de la editorial Sigilo, fundada en Argentina en 2014 y que abrió su sede madrileña en 2018. Es la historia de una niña que nació con un don y con la responsabilidad que ello conlleva. Cuando traga tierra puede ver qué ha sucedido a aquellas personas desaparecidas que pisaron esa misma tierra. Es una historia de descubrimiento, de encontrar las violencias que se ocultan, en especial las violencias hacia el género femenino. 

dolores reyes
Dolores Reyes, autora argentina retratada en Buenos Aires, abril 2023. Dolores Reyes posa ante los nichos del Cementerio de la Chacarita, que con 95 hectáreas es el más grande de la ciudad de Buenos Aires. Fotografía: PABLO E. PIOVANO

Miseria, una continuación desligada 

Tal vez la única crítica negativa que he leído al respecto de Cometierra era su final difuso, poco marcado. Ahí tal vez radica la razón de ser de Miseria, la segunda novela de Dolores Reyes, publicada en esta ocasión en Alfaguara, un movimiento un tanto confuso a la vista de su contenido. Porque Miseria es una continuación de la anterior aunque —y es mi caso— se pueda comprender sin problemas sin haber leído la historia iniciática de Cometierra. 

En Miseria Cometierra se ha ido a un barrio nuevo, alejado de sus orígenes, con su hermano Walter y la pareja embarazada de él, Miseria. Se ha ido con la decisión tomada de no volver a hacer uso de su poder adivinatorio, de resistirse a esos cientos de carteles que siembran las paredes de las calles con rostros de mujeres a las que alguien está buscando. Cometierra es una mujer que se encuentra escindida de la sociedad, que está buscando un nuevo hueco mientras su cuñada le insiste en el potencial lucrativo de su habilidad resolviendo desapariciones. La narración se debate así entre ambas mujeres que toman la voz cantante en uno u otro capítulo para avanzar en una historia que, esta tampoco, no torna a un final cerrado sino que augura un desenlace en una obra posterior de Reyes. 

Feminicidios narrados con lírica 

Uno de los temas más destacados de Miseria se haya en cómo la autora describe la situación de la mujer en Argentina, los cientos y cientos de mujeres secuestradas y asesinadas, sin recurrir para ello a una narración obscena o evidente. Al contrario, los sucesos se desprenden mientras Cometierra despega los carteles de las paredes y se los guarda en el bolsillo, debatiéndose entre ayudar o dejar pasar la ocasión y mantenerse en el anonimato. Las voces de esas mujeres, muchas de ellas muertas, surgen de sus visiones cuando engulle tierra y se hacen notar en medio de una multitud que no escucha, a la que no parece importarle. 

Así Miseria muestra esos detalles tan característicos del realismo mágico, un movimiento literario que surgió hacia los años 30 del pasado siglo en Sudamerica y que representa sucesos extraordinarios o extraños incorporándolos en un plano cotidiano. Algunos de sus exponentes más conocidos fueron, entre otros muchos, Gabriel Garcia Márquez, Alejo Carpentier, Juan Rulfo o Laura Esquivel. Dolores reyes se une a este grupo con su protagonista con dotes de vidente a la que nadie pone en duda en ningún momento,  tratada como alguien especial pero también como un ser humano común, con sus dudas y sus emociones y sus sentimientos encontrados. 

Religión ausente en un núcleo urbano marginal

Tiene además su don ecos religiosos. La frase «polvo eres y en polvo te convertirás» sufre en la novela de Reyes una regresión: el polvo en el que las víctimas se han convertido, Cometierra lo engulle para recuperar lo que fueron, lo que les sucedió por el camino. 

Es ahí donde Miseria retrata una sociedad que se mueve en el camino de lo marginal, de una población que, en los lindes de las grandes urbes, sobreviven de fantasías, de futuros que no son capaces ni tan siquiera de soñar por estar tan lejos de la realidad que les rodea. Es un ambiente marcado por la precariedad, la explotación laboral, el sálvese quien pueda, sin responsabilidad por parte de las autoridades que han dejado de lado o dado por perdido a un segmento de la población que, como Cometierra, pasan el día bebiendo y paseando sin rumbo, sin pensar en cómo podrán salir adelante, sumergidos en una niebla de rutina que adormece. 

La superheroína narrada desde la normalidad. 

Cometierra es, en cierto modo, la superheroína transgresora, la que se permite mirar más allá y no puede hacer oídos sordos a los lamentos que surgen de las profundidades de la tierra. Frente a ella, Miseria es la voz más realista, la que le ve el lado económico a todo, la que, a pesar de ser madre reciente, es más una hija perdida en busca de una figura materna que le enseñe a comportarse como tal. 

Miseria es un relato duro de mujeres, presentes y ausentes, y de los hombres que orbitan a su alrededor y que conforman un todo. Pero son ellas las que levantan la voz, las que ponen el dedo en su propia existencia como dadoras de vida y como ánfora en la que se vierten sus recuerdos colectivos.  Pero el gran don, o uno de ellos, de la novela es ser capaz de contar una historia dura sin perder de vista la cotidianidad, los pequeños detalles del día a día, sin resultar desagradable en lo obvio aunque más en lo que no se ve a primera vista, en ser árida y suave al mismo tiempo. 

En Miseria la maternidad se incorpora a un relato que aún permanece inconcluso, a la espera de ver cómo se desarrollará la historia de Cometierra. 

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  • Título: Miseria
  • Autor: Dolores Reyes 
  • Editorial: Alfaguara (más información del libro aquí y puedes leer un fragmento aquí
  • 336 Páginas. 19,90 Euros (formato papel); 8,99 euros (formato digital).

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