Los árboles

A veces se dan combinaciones casuales o no. Ahora mismo en cines se puede ver Till, la película de Chinonye Chukwu que, como Los árboles de Percival Everett, narran en cierto modo un mismo capítulo de la historia afroamericana en Estados Unidos. 

Ambas obras parten del mediático caso de Emmett Till, un adolescente de catorce años linchado en Money (Mississippi) en 1955 cuando fue a visitar a unos parientes del sur. Le asesinaron, supuestamente, por intentar coquetear con una mujer blanca. Hubo un juicio pero nadie fue declarado culpable y años más tarde, en 2008, la mujer, Carolyn Bryant, confesó que se había inventado la acusación. Fue un caso muy sonado porque la madre de Emmett recurrió a los medios para intentar encontrar a los asesinos y fue un shock para esa parte de Estados Unidos que creía que el racismo ya no existía en el país ver el ataúd abierto de un chico casi completamente desfigurado. 

Percival Everett: cuando un autor no es profeta en su tierra

Percival Everett
Percival Everett. Fotografía: Dan Tuffs/The Observer

Percival Everett, autor muy crítico con sus tiempos pero al mismo tiempo dotado de un sensacional sentido del humor es un escritor satírico y profesor universitario, poeta y fingidor, artífice de unos cuantos relatos, un libro ilustrado para niños, algún poemario y más de quince novelas. Nació en 1956 en Georgia (EE.UU.) y creció en Columbia, donde su padre tenía una consulta dental. Licenciado en filosofía por la Universidad de Miami, donde leyó con provecho a Wittgenstein, cursó luego un máster de escritura creativa en la Universidad de Brown. En 1983 publicó Suder, su primera novela.

En Los árboles, su novela publicada en 2021 y que nos llega en 2023 de la mano de DeConatus con traducción de Javier Calvo, un personaje de la novela comenta que su canción favorita es Sweet Home Alabama. “¡Pero si tú eres de Mississippi!”, le contestan. “Ya, pero a ningún paleto se le ha ocurrido componer Sweet Home Mississippi”.

Los árboles, una historia sobre el racismo olvidado 

No es por tanto casualidad que nos traslademos a Money, ese pequeño poblado en el estado de Mississipi, con una de las novelas más divertidas pero más desfasadas que se han publicado recientemente. Ni que la historia arranque con los descendientes de aquellos hombre  que tuvieron a mal linchar a un adolescente por el simple hecho de mirarles. De mirarles mal, según ellos. 

Los árboles es una novela es una novela que trata un tema durísimo: la persistencia del racismo en Estados Unidos a día de hoy. Está ambientada no en 1055 sino en 2018 durante el mandato de Donald Trump. De hecho, hay un discurso ficticio del presidente que es un delirio y una locura pero al mismo tiempo es aterradoramente plausible y ahí radica el problema que Everett pone de manifiesto: todas las conversaciones son plausibles pero todas son, al tiempo, censurables según la buena fe moderna. 

Encubrir la realidad de novela policíaca

Es esta una novela que tiene forma de clásico policiaco pero en realidad no lo es. Es una comedia mordaz, una caricatura del supremacismo blanco. Los árboles comienza con la aparición de dos cadáveres; de un lado un hombre blanco, un paleto del sur, que ha sido salvajemente asesinado y a quien le han arrancado los testículos; de otro, un hombre negro que tiene esos testículos en las manos y que también aparece muerto. La única salvedad es que el muerot no es uno reciente, sino que, según las pruebas, murió años atrás sin que nadie sepa de dónde ha salido el cadáver. 

En esta novela de Everett, finalista del Booker Prize 2022, el escritor «resucita» a las víctimas de los linchamientos racistas en Estados Unidos a lo largo de más de cien años de nuestra historia reciente y demuestra que el veneno del odio, lejos de haber desaparecido, está en auge. La novela en su transcurso tiene algo de atávico, de salvaje, de conjuro de vudú que va emergiendo mientras que la investigación se colapsa en un círculo sin posibilidad de solución. 

Los árboles, zascas sociales con un ritmo trepidante 

Everett escribe a un ritmo endiablado: los capítulos son muy cortos y no es un ejercicio para nada descriptivo sino que es una sucesión de acciones que se disparan, cada vez más extrañas, más delirantes, más salidas de tono… A pesar de la deriva que el texto va recorriendo, no apta para lectores que busquen un final creíble o cerrado, nada es casual: incluso los nombres de los personajes, protagonistas o apariciones ocasionales,  no son casuales, están muy meditados aunque a este lado del charco quizás no nos resulten reconocibles.

Durante toda la trama acompañamos a agentes especiales del MBI —como el FBI pero en Mississippi—  que, por supuesto, son afroamericanos en un pueblo donde mayoritariamente hay blancos racistas. Sus opiniones, sus contradicciones —obedecer a un sistema que a veces los machaca incluso cuando forman parte de las fuerzas de la ley— se deslizan para intentar ofrecer otra vista, la de las dudas: ¿es lícito apoyar a una administración que no te respeta?

Los árboles es una novela con decenas de cadáveres, con negros que se levantan de sus tumbas para vengarse, con continuas puyas y zascas y comentarios irónicos pero al mismo tiempo muy acertados y que dan continuamente en el clavo. Everett en ningún momento pierde de vista que el objetivo de su novela es recordarnos que el racismo no es  algo puntual sino que es algo sistémico de la sociedad Estadounidense, que no se toma tan en cuenta porque no es un atentado que mata a miles de golpe, sino que es un goteo, un caso aislado tras otro, y muchas veces no prestamos atención por eso, pero que si juntamos todo, tenemos un océano de hombres negros asesinados.

Todo esto sin dejar de lado las risas continuas, las carcajadas que son, en ocasiones, el mejor medio para hacer que una idea cale en el colectivo público. Tal vez algo que no se le hubiera permitido al autor si no fuera afroamericano, pero que tenemos la suerte de disfrutar desde la visión de Everett. 

los arboles Percival Everett de conatus portada

  • Título: Los árboles 
  • Autor: Percival Everett (Traducción de Javier Calvo) 
  • Editorial: De Conatus (más información del libro aquí y puedes leer un fragmento aquí)
  • 360 Páginas. 22,90 Euros (formato papel)

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