La casa de las bellas durmientes

No soy habitual de la lectura del país del sol naciente. En el último año he reseñado (y leído) tan sólo dos libros: Bushido, de Inazo Nibote, que es realmente un ensayo, y Kafka en la orilla, de Murakami. Como ya te comenté en la reseña de este último, la literatura de Japón tiene una sensibilidad y un tratamiento de los temas muy diferentes a la nuestra y que incide en la compresión de la moral, la ética y el mundo interior de sus protagonistas en un entorno que podría calificar de poético y en ocasiones onírico.

Yasunari Kawabata, primer japonés en conseguir el premio Nobel de Literatura en 1968, relata en La casa de las bellas durmientes la historia de Eguchi, un hombre maduro, rozando la vejez o ya inmerso en ella, a quien se le ofrece la posibilidad de pasar una noche en un burdel muy peculiar, donde podrá yacer junto a una joven vírgen dormida. Las normas del hostal son muy claras: no puede forzar a las chicas ni tratar de despertarlas, ya que están narcotizadas y le sería imposible. El ama de llaves de la casa le deja claro desde un primer momento que debe atenerse a la moral que se espera de un hombre de su posición. Es un local que roza lo onírico y que busca en sus huéspedes un placer más allá del físico o sexual.

Impactado por la experiencia, Eguchi repite hasta en cuatro ocasiones, cada vez con una joven diferente, siempre bajo la estricta supervisión de la mujer. A lo largo de cinco capítulos, Eguchi irá desgranado su relación con las mujeres a lo largo de su vida de una forma delicada y sentimental. Cada mujer con la que duerme le provocará el recuerdo de su madre, su mujer, sus hijas, su última amante… en un trasvase de las experiencias físicas -el roce de la piel, la temperatura, el color del pelo, el olor…- a las sentimentales.

Cada historia viene a confirmar el tema principal de la novela: la llegada de la vejez y la ruptura que supone con su vida anterior. En una obra de contrastes, Kawabata enfrenta una vejez decrépita, senil, de la que Eguchi rehuye sin querer admitir que ha llegado su hora de retirarse, a la juventud y tersura de las mujeres dormidas, en una imagen que refleja la rapidez con la que el tiempo huye y se acumulan los recuerdos. La rebelión de Eguchi se manifiesta en su deseo de comportarse como un adolescente, romper las normas establecidas, rebelarse y transgredir cualquier moral, pero acaba cediendo a lo que es correcto y apropiado.

Es una novela muy corta, en la que se echa en falta un hilo conductor y una mayor definición en el final de la historia. Más allá de un planteamiento sugerente y de la necesidad del autor de contar una historia sobre la llegada de la vejez y la soledad, no hay nada más que acompañe y dé esplendor al cuento.

Sinopsis: La historia comienza con la visita del viejo Eguchi a una casa secreta gobernada por una mujer ordinaria y práctica que, al final, como él mismo, revelará su esencia inhumana. En ese burdel, el protagonista, de sesenta y siete años, pasa varias noches junto a los cuerpos de jóvenes vírgenes narcotizadas. A la vez que admira el esplendor de las figuras dormidas, rememora su relación con las mujeres: su esposa, su madre, su amante, sus hijas…

Yasunari Kawabata (Osaka 1899 – 1972). Huérfano a los tres años, insomne perpetuo, cineasta en su juventud, lector voraz tanto de los clásicos como de las vanguardias europeas, fue un solitario empedernido. Escribió más de doce mil páginas de novelas, cuentos y artículos, y es uno de los escritores japoneses más populares dentro y fuera de su país. Mantuvo una profunda amistad con el escritor Yukio Mishima, del que fue su mentor y difusor. Recibió el Premio Nobel de Literatura en el año 1968. Entre sus obras, muchas de ellas marcadas por la soledad y el erotismo, destacan La bailarina de Izu, El maestro de Go, Lo bello y lo triste (Emecé, 2001), Mil grullas (Emecé, 2005…

  • Título: La casa de las bellas durmientes
  • Autor: Yasunari Kawabata
  • Editorial: Austral (podéis encontrar más información en el siguiente enlace)
  • 112 páginas. 7,95 Euros.

Quiero aprovechar también esta entrada para comentarte que Mónica Basterrechea en su blog ha planteado por quinta vez el reto de los 30 libros. Tiene una mecánica muy simple: para cada día de noviembre ha propuesto una categoría y los participantes tendremos que hacer memoria y decir qué libro creemos que se ajusta mejor a ella. Muy fácil en principio, pero voy a tener que hacer memoria para poder decidir en algunos temas.

En mi caso lo compartiré a diario por Facebook, Twitter (con el hastag #30libros) e Instagram, y en mi entrada del blog de los viernes haré el resumen de los libros mencionados durante la semana.

¿Te animas a participar? Tengo mucha curiosidad por saber qué libro te recuerda cada categoría.

Puedes conseguir el libro de hoy clicando en la siguiente imagen:

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Piérdete en el archivo

1 comentario en “La casa de las bellas durmientes”

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