Los microrrelatos son muy cortos, ¡qué pena! Son tan cortos que a uno no le da tiempo a engancharse a la historia, ¡qué pena! Son tan cortos que hay quien dice que no son género, sino chiste u ocurrencia, ¡qué pena! Son tan cortos que no se explican por sí mismos, ¡qué pena! Son tan cortos que se acumulan, se amontonan uno sobre otro y uno no sabe si leerlos de golpe y fundirlos en uno solo, si leer uno al día y digerirlo con una copa de coñac o si dejar el libro de microrrelatos junto al lavabo para que esos momentos de lectura ociosa nos lleven a cotas más interesantes que el listado de ingredientes de un producto capilar.
Santi Pérez Isasi ha publicado un libro de microrrelatos, ¡qué pena! Santi, el co-coordinador y reseñador de libros en Un libro al día, y escritor de microrrelatos y e historias noveladas en su blog personal Como un libro abierto, ha dejado atrás el tono amable, sarcástico y divertido de los relatos breves de Ilustre Ruritania Ilustrada y se ha adentrado en otra cosa: Imposibles Impensables. Santi, que también es Doctor en Filología Hispánica y se dedica a estudios comparatistas y otras cosas más raras y complicadas —no lo digo yo, lo dice el escritor Iván Repila, que presentó el libro en Bilbao el pasado día veintiocho de junio junto al periodista Jesús J. Hernández y al propio autor—, nos trae en este volumen ciento veinticinco microrrelatos (más un bis apoteósico) que dejarán a más de uno confundido y sumido en una perpleja meditación.

No son estos Imposibles Impensables microrrelatos originales, o al menos no todos ellos. Buena parte se publicaron en el blog del autor bajo una serie de premisas autoimpuestas, como la limitación en su longitud, que no tuvieran un final sorprendente o de vuelta de tuerca tan habitual en el género o que todo los temas, por extravagantes que fueran, se trataran con una buena dosis de normalidad o cotidianidad. Así, para su edición por la editorial Nazarí los ha revisado, reordenado, ha descartado algunos y ha escrito alguno más hasta completar esta recopilación.
Dice la contraportada que el volumen engloba historias de terror y humorísticas. Antes de que alguien se lance a su lectura esperando encontrar la chispa que destilaban las historias de Ruritania, permitidme avisar que en Imposibles Impensables el humor es más bien sombrío, negro, con un punto amargo, de sonrisa dudosa y confundida que no se sabe bien si es risa o temor. Me provoca así las mismas sensaciones que describía en Homo Homini Lupus, de Robert Shearman, esa unión de elementos comunes, cotidianos, como envoltura de un fondo más siniestro, poblado por criaturas extrañas surcadas de dientes y garras.
Ese es, precisamente, uno de los temas que se tratan con frecuencia. En la mencionada presentación, Iván Repila repasó algunos de los temas que se repiten una y otra vez, algo fácil de constatar para quien lea el volumen. En primer lugar, los niños. ¡Qué obsesión extraña tendrá Santi Pérez Isasi con los niños!, se preguntará el lector, enfrentado a la lectura de historias donde los infantes salen mal parados, son amenazados, ignorados, viven en un entorno hostil, complejo y hasta terrorífico. En segundo lugar, también están las ciudades, sometidas siempre a los terribles efectos de uno u otro aspecto climatológico hostil: ciudades cubiertas por la arena, ciudades cubiertas por la nieve, ciudades que se construyen sobre un terremoto eterno, ciudades que se derruyen y se vuelven a construir una y otra vez, en la más absoluta normalidad, sin que nadie se extrañe por ello ni se plantee otra opción. Ciudades que son eternas, cuya existencia sobrepasa a la de sus habitantes, meros peones en la vida de la ciudad.
También hay bichos. Alimañas, animales fantásticos, muchos de ellos metamorfos, transparentes o multicolores pero siempre dotados de algún elemento oscuro: garras, hocicos manchados de sangre, veneno conductista… Son criaturas que a veces están o no están, cuya presencia viene advertida por ruidos, gemidos, susurros, chirridos o crujidos, que ascienden por las cañerías (también hay muchas cañerías en estos microrrelatos). Algunos son tan simples como una mosca que entra en una habitación por la ventana, como hace cualquier mosca, y sin embargo nada temerá más en ese momento el lector que ver una mosca asomar tras el cristal.
Para cerrar las temáticas, aunque alguna más se me escapa, se me olvida o dejo pasar, hay una serie de microrrelatos orquestados alrededor del sexo. Un sexo crudo, evidente, poco dado a eufemismos, brutal o cariñoso pero siempre explícito, sexo con amor, sin amor, sexo sin sexo.
Imposibles impensables es un conjunto de microrrelatos para quien conoce el género y sabe a qué puede enfrentarse. No es plato de buen gusto para cualquiera, hace falta un paladar especial que acepte con placer ese manto denso y grotesco que se cierne sobre las palabras y las dota de un significado con un punto temible. Pero quien disfrute de este plato —pongamos por símil, las ostras—, quien no tema su textura, encontrará una obra más que disfrutable, entretenida, sorprendente y que no deja indiferente en ningún momento.
Más oscuro de lo que me gustaría —¡qué pena!–, más oscuro aún de lo que es el libro, os dejo esta presentación de la editorial Nazarí, en la que se leen dos de los microrrelatos de Imposibles Impensables con ocasión de la presentación del libro en el Centro artístico, literario y científico de Granada el pasado dieciséis de junio: Por las cañerías suben y El horror.
- Título: Imposibles Impensables
- Autor: Santi Pérez Isasi
- Editorial: Nazarí (podéis encontrar algo más de información aquí)
- 176 páginas. 15,00 Euros (Edicion en papel)
- Puedes comprarlo aquí:
¿Te animaste a leer Ilustre Ruritania Ilustrada? ¿Qué opinión te merece el género del microrrelato? ¿Hay algún otro libro que me recomendarías? Tienes los comentarios debajo para lo que quieras.