Homo Homini Lupus comienza con una pequeña introducción escrita por la editorial Fata Libelli sobre el concepto de lo grotesco y su presencia en la literatura. Podéis leerla en su página web, aquí. Desde sus orígenes como un término relacionado con el arte y la arquitectura, en el mundo de la literatura inglesa surge como una contraposición al «realismo literario de clase media» allá por los años sesenta. La literatura «grotesca» aflora sobre todo en épocas de crisis, de cambio y nos ofrece un choque de reacciones en el lector. No en vano lo grotesco se define en esta introducción como sinónimo de irreal, antinatural, desagradable, excesivo, contradictorio y discordante. Es sin duda un breve texto perfecto para enmarcar la lectura posterior de la colección de ocho relatos que incluye Homo Homini Lupus, porque si hay una palabra que los define a la perfección es, precisamente, esa: grotescos.
Robert Shearman (Londres, 1970) es guionista, dramaturgo y escritor de relatos de corte fantástico que se declara incapaz de desligarlos de un cierto tono dramático o humorístico, entendido en el sentido más oscuro y negro del término. Además de su labor teatral es muy conocido por su trabajo de guionista para la serie Doctor Who y ha publicado varias recopilaciones de historias cortas como Tiny Deaths (2007, World Fantasy Award), Love Songs for the Shy and Cynical (2009, British Fantasy Award), Everyone’s Just So So Special (2011) y Remember Why You Fear Me (2012, British Fantasy Award).
Homo Homini Lupus supone entrar en una carpa circense de espejos, pero no en cualquiera, sino en una donde la deformidad provocada por los mismos se sucede en un in crescendo: los primeros espejos reflejan una aparente normalidad, situaciones comunes, propias de cualquier familia de clase media. Pero poco a poco Shearman introduce aspectos que extrañan al lector, le obligan a preguntarse la naturaleza de los sucesos que están teniendo lugar.
Hay elementos comunes a casi todos los relatos que llaman la atención: la acción está dirigida por una pareja en la que el hombre es el dominante, ya que muchas de las historias se narran desde su punto de vista —no necesariamente en primera persona, pero sí con el foco puesto claramente en él—. Se caracterizan estos por ser hombres de carácter que podríamos definir como débil, sometidos a las circunstancias, con una clara falta de iniciativa y una tendencia insana al laissez faire que empeora sin duda las turbadoras situaciones en las que se ven inmersos. Por su parte, la pareja que le acompaña, ya sea perro, mujer o incluso Santa Claus, ejercen una presión sobre los acontecimientos que les delatan como dotados de un carácter pasivo-agresivo. También es frecuente la presencia de niños de corta edad —incluso ¿querubines?— integrados como un elemento que causa aún más ansiedad por su comportamiento no siempre normal.
En Homo Homini Lupus se mezclan, se entrechocan, elementos comunes que atraen y alejan, de forma puntual, la impresión de estar leyendo una obra embutida en el género de la ciencia ficción pura. Como los protagonistas, el lector buscará las pequeñas anclas que Sherman lanza para aferrarse a una necesaria sensación de normalidad que lo saque de esa permanente cuerda floja entre lo cotidiano y lo vomitivo por extraño. Los relatos causan esa sensación de ansiedad que sufrimos cuando tratamos de dar una explicación lógica a un truco de magia completado por un mago con pericia.
El libro no está carente de humor, pero un humor negro, deprimente en ocasiones, de risa forzada de medio lado. No se escapan de él situaciones absurdas como la presencia en el infierno del perro salchicha de Hitler como compañero de celda de uno de los protagonistas, o la obsesión de Dios por crear virus y enfermedades para luego dejárselos olvidados en los lugares más remotos —como la famosa manzana de la discordia del Génesis—. Pero este alivio momentáneo de la tensión subyacente en el relato no es, en ningún caso, la tónica dominante.
Si tuviera que quedarme con alguna de las historias, escogería Alicia a través del espejo, el relato que abre el libro, por la brutalidad con que nos sumerge en este mundo grotesco de Shearman y que sirve de preparación para lo que vendrá después; Peso pluma, tal vez influenciada por mi experiencia previa en Escocia; y El bigote de George Clooney porque en esta historia la inmersión en lo extraño, en lo que no funciona, es más progresiva, un tanto sutil hasta que nos damos cuenta de que estamos sumergidos de pleno en un cruce entre el Síndrome de Estocolmo y Misery, de Stephen King.
Coincido con Tomás Rivera, en su revisión del libro en el blog Kindle Garten en que la prosa de Shearman es más propia de un estilo dirigido a su adaptación en teatro, cine o televisión que de un estilo narrativo, siendo muy fácil imaginar los relatos trasladados a un programa de televisión como Más allá del limite (o Historias para no dormir, por hablar de un programa de factura nacional). Tenéis en su página, por cierto, un resumen de los argumentos de cada uno de los relatos.
Homo Homini Lupus no es un libro apto para cualquier lector: deben de juntarse varios factores, como que sienta interés por el género del relato corto, por las historias con tintes fantásticos, de terror e incluso escatológicas en forma puntual. También ha de gustarle un estilo narrativo contemporáneo, poco disgresivo. En caso contrario no dudaría en que puede generar rechazo o disgusto. Pero si eres un lector con esas características, es seguro que vas a disfrutar de esta colección de pequeñas y raras historias.
—Odian que seas tibio -dijo el perro-. Habría estado mejor si no hubieses creído en Dios en absoluto. Eso lo habrían respetado.
—¿No habría ido al infierno?
—Sí, claro. Pero habrías podido levantarte tarde los domingos.
- Título: Homo Homini Lupus
- Autor: Robert Sherman (traducido por Silvia Schettin)
- Editorial: Fatal Libelli (consulta aquí más información de la editorial). Puedes leer un fragmento del libro en este enlace.
- 197 páginas. 4,90 Euros (solo disponible en formato ebook)
¿Has leído Homo Homini Lupus, alguna otra colección de relatos de Robert Shearman u otro libro que enmarques en el género grotesco? Recuerda que puedes dejar tus comentarios en esta página. Me encantará conocer tus impresiones.
Otras reseñas en mi blog sobre publicaciones que tienen cierto carácter grotesco: El vigilante y Presencia Humana Magazine nº 5.
Si quieres leer este libro, puedes conseguirlo clicando en la imagen: