El mundo ciego es un ejemplar que me llegó por sorpresa a través de su editorial, Pálido fuego. Es un libro extraño dentro de su catálogo (del que tengo una gran parte, como esta maravilla). En palabras del editor:
El libro, como has visto, es distinto. De un español (¡herejía!), y delgadito (¡lo nunca visto!). Me convencieron los elogios de las personas que aparecen en la contra, lo leí y, aunque se aleja bastante de lo que publicamos en esta pequeña casa, decidí hacer una excepción. Espero que, si llegas a leerlo, te guste.
Así que, llevada por la curiosidad, lo he leído en un par de sesiones cortas.
El mundo ciego, ¿a ojos de quién?
El mundo ciego es una novela breve, ópera prima de Angel Loureiro (Narón, 1948). El autor, recién jubilado como catedrático de Cultura y Literatura Española en Princeton, apenas empezó a escribir ficción hace unos cuatro años, aunque uno de los temas principales de la novela, el pensamiento de la mujer, ya había aparecido en trabajos académicos como El gran desafío: feminismos, autobiografía y posmodernidad.
En la novela nos encontramos con dos mujeres. De un lado Marta, de cuarenta y cinco años, recién divorciada. Acaba de pasar un invierno infernal después de descubrir que, tras quince años de matrimonio, su marido la estaba engañando. La crisis sentimental se junta con una sensación de vacío profesional, de desubicación a nivel personal que le lleva a cuestionarse todo lo que ha hecho hasta ese momento.
Por otro lado está Alicia, más joven, una mujer que trabaja en el bufé de abogacía al que ha recurrido Marta para solventar su divorcio. También con una reciente ruptura a cuestas, Alicia se distancia de un proceso de rehabilitación de las drogas que parece exitoso hasta el momento.

Fotografía: Ilia Castellano.
Fuente: La voz de Galicia
Buscando una filosofía de vida
El mundo ciego es una novela de insatisfacción, de desconcierto llegados a una edad adulta en la que se presupone que todo está ya decidido. Sin embargo, en ocasiones se producen fracturas, desencuentros, situaciones no previstas que abren las puertas a escoger, si se consigue salir del tedio y de la rutina, una nueva vía.
Marta y Alicia, pertenecientes a clases diferentes, con mentalidades distintas y una forma opuesta de ver la vida se encuentran con esa misma insatisfacción. Para aliviarla, deciden escapar de Madrid un fin de semana para hacer senderismo. Se transforma entonces la historia en una suerte de novela de camino, más cercana al plano del pensamiento que al espacio físico.
Durante el viaje, se combinan los pensamientos de ambas y se cruzan con sus conversaciones, viajes a su vez al pasado, a sus recuerdos, tratando de encontrar las raíces de su yo actual, de distinguir qué algo fue mal o bien. Loureiro acierta al combinar realidad y pensamiento en una proporción que, desde lo más acercado a la realidad, se mueve hacia un campo onírico.
Un final desacertado para un comienzo prometedor
Sin embargo, es precisamente al llegar al final cuando se introducen una serie de elementos que, lejos de resultar sorprendentes, parecen carentes de sentido y forzados. El encuentro con dos personajes de vuelta a su residencia o la situación que se desencadena entre ambas protagonistas carece de una base argumental que sostenga lo que está por suceder. El ritmo creado da paso a un entorno menos sustancial.
A pesar de ello y hasta ese punto la historia es un pequeño análisis de las dudas y contradicciones de la mujer y su papel en relación con el hombre —que no sale especialmente bien parado en la narración— de lo más disfrutable, que plantea cuestiones personales, amorosas e incluso laborables como elementos liberadores.
- Título: El mundo ciego
- Autor: Angel Loureiro
- Editorial: Pálido Fuego
- 210 páginas. 16,90 Euros (formato papel)