Lo de que Hayao Miyazaki se había retirado fue un poco fingir un drama; apenas un par de años tras el estreno de El viento se levanta (2013), teníamos noticias de que estaba en marcha una nueva producción «postretirada». A mí, que soy fan de Ghibli desde que descubrí las obras del estudio, la verdad es que me parece bien. Es más, espero de verdad que suceda lo mismo cuando Quentin Tarantino, que ya ha anunciado la entrada en preproducción de su última película, la décima, se retire.
La cuestión es que, con un par de años de retraso —el estreno estaba previsto para 2020, en coordinación con los Juegos Olímpicos en Tokio—, este verano llegará a las carteleras niponas ¿Cómo vives?. Y, aunque no se suele hablar mucho de ello, las películas de Miyazaki están basadas en obras que le han gustado mucho. Este caso no es una excepción y la película está basada en la novela homónima de Genzaburo Yoshino.
El ejercicio educativo de Genzaburo Yoshino.
¿Cómo vives? Sufrió un revival, resucitó a ojos de los lectores si así lo preferimos, en 2018. Por supuesto una de las razones fue el anuncio de Miyazaki de usar esta novela, una de sus favoritas en palabras del director, como inspiración para su trabajo. Tanto la pandemia como su política de trabajar en modo tradicional de forma exclusiva, sin uso de tecnología, ha provocado que el estreno esté previsto ahora para julio de este año en Japón, después de continuos retrasos.
Pero la película de Ghibli no fue la única causa de que las ventas se dispararan. El principal motivo fue la publicación, en 2017, de su adaptación en versión manga que se convirtió en 2018 en el libro más vendido en el país nipón. Bajo el título Kimitachi wa dō ikiru ka (¿Cómo vivís?), fue dibujado por Haga Shōichi y desde entonces ha vendido más de dos millones de copias. La novela de Genzaburo Yoshino sufrió este éxito y alcanzó la novena posición en el ranking de ventas entre noviembre de 2017 y el mismo mes de 2018.

Volviendo a la novela original, nos encontramos con Genzaburo Yoshino (1899 – 1981), escritor y periodista. Fue además editor, y como tal el escritor Yamamoto le hizo cargo de la serie Una biblioteca para jóvenes japoneses. Esta serie, con fines educativos, se compuso de dieciséis libros que trataban cuestiones sociales y culturales como el marxismo, el antimilitarismo y el budismo.
El último volumen de la serie, publicado al principio como un libro infantil en 1937, fue precisamente ¿Cómo vives?. Se publicó el año de la invasión de Japón a China, y respondía por tanto a las inquietudes que atormentaban a Yoshino y, tal vez, a no haber conseguido ser filósofo de profesión, una frustración que tuvo cierta compensación en la novela.
¿Cómo vives? Una secuencia de píldoras éticas
¿Cómo vives? nos permite seguir a Koperu, un estudiante de quince años que vive con su madre tras el fallecimiento de su padre y que no se distingue, en apariencia, del resto de adolescentes de la época. Su vida transcurre con calma entre atender en clase, la diversión con sus amigos y su vida familiar, en la que interviene su tío, mentor y presencia paterna y educadora que atiende con calma sus problemas.
Kotaru está, sin embargo, en una edad en que se empiezan a plantear cuestiones. Muchas de ellas están relacionadas con pasar a formar parte un grupo más grande, la sociedad, y aprender a relacionarse con otros de acuerdo a las normas que se establecen tácitamente en la misma. Además empieza a ser consciente de que no todo es tan fácil como él piensa: hay compañeros con familias en situaciones económicas difíciles que se ven obligados a trabajar en casa y ayudar a sacar adelante a la familia, se presentan situaciones en las que el miedo a enfrentarse a un grupo más grande y, en principio, más abusón le lleva a dar la espalda a sus amigos…
Todas estas pequeñas situaciones, habituales en el paso a la edad adulta, son tratadas desde una doble vertiente o visión: la de Kotaru y la de su tío.
El ejercicio de la educación epistolar
Es así porque el texto se divide en dos: por un parte tenemos una narrativa más clásica en la literatura juvenil en la que, con un lenguaje más desenfadado y simple, asistimos a las aventuras de Kotaru, a su día a día y las anécdotas que pueblan su vida. Estas aventuras suelen. terminar —adoptando así una estructura que nos lleva a la fórmula de fábula o cuento con coralina— a un momento en el que Kotaru le transmite a su tío sus inquietudes respecto a lo que ha vivido, las cuestiones éticas o morales que surgen en su camino y cómo las ha afrontado o no ha sabido hacerlo.
Su tío le ayuda en lo posible y, más tarde, en la soledad de su habitación, redacta cartas en un cuaderno con el objetivo de regalárselo en algún momento a Kotaru. Estas cartas se intercalan en el texto original —es difícil decirlo así porque a veces la extensión de las cartas supera la de la historia en si— y en ellas su tío vuelca todos sus pensamientos, traslada la situación del adolescente a un entorno mucho más filosófico y reflexiona sobre diversos temas desde un punto de vista filosófico influenciado además por el budismo.
La evolución en el género juvenil
¿Cómo vives? es un texto complicado de justificar desde una perspectiva moderna y no obedece a lo que podemos entender como novela ya que la parte de moraleja —moralina en algún extremo— supera con creces la narrativa. Es quizás más certero definir el libro como una sucesión de relatos que tienen por protagonista al mismo joven. Y como tal creo que debería introducirse su lectura: como capítulos sueltos que den pie a conversar o a debatir, a reflexionar y escuchar.
Las reflexiones del tío entrañan cierta dificultad narrativa en comparación con el resto del texto y eso merma la lectura pero responde a una visión donde la moralidad personal ha de brillar por encima de la colectiva, con un fuerte ejercicio de la división entre el bien y el mal sin demasiados terrenos grises de por medio.
¿Cómo vives? es un libro que encaja en el universo personal que Miyazaki. traslada a su narrativa visual —tengo curiosidad por descubrir cómo va a funcionar un texto fragmentado como este— pero que quizás queda un poco fuera del alcance de una población joven poco acostumbrada a estas fórmulas fabulares más propias de eras pasadas.